Son células progenitoras, autorenovables a través de mitosis, capaces de regenerar uno o más tipos de células diferenciadas.
Existen poblaciones de células madre adultas en los diferentes tejidos que se encargan de su renovación periódica y de su regeneración y reparación cuando se produce un daño en los mismos (actúan como reserva celular).
Las células madre tienen la capacidad de dividirse sin perder sus propiedades y de generar nuevas células. Son el pilar básico del proceso de renovación celular, por lo que es fundamental su protección y restauración.
Por cada célula madre protegida, miles de células epidérmicas podrán renovarse, reparando los efectos del envejecimiento cutáneo. Las células madre de la piel son las precursoras directas de las células que se encuentran en las diferentes capas dérmicas. Gracias a su capacidad de diferenciarse, pueden regenerar tejidos envejecidos